Y entre mis zapatos
, algún día pasado,
encontre a mis pies
estornudando frío y lluvia
La mano temblorosa
alcanzo a gemir
sus últimas letras,
a llorar unas
últimas palabras
La ingenua conciencia
devoro las hostias
y al seco, lleno
el estomago con el caliz
tratando de salvarse...
- por esos años la hambruna
postergo muchas cosas -
y mis dedos entumecidos
desataron los nudos
para hallar inertes
calcetines y la sombra
de mis pies usados.
El charco de sangre
allano lo último
de ese suelo arido,
marco eternamente
la senda con su caudal de nieve
y la nube negra se quedo
para siempre.
Entre la camisa
el horizonte partido,
un corazón azaroso, cautivo
de la letania
crepuscular
de una tierra,
o una frase prometida
que nunca se cumplio
Las hormigas, hoy,
se confundieron con
un nuevo velorio,
oscuras llevaron
felices al muerto viviente
y el viviente muerto
se quedo.
Entre cantos enterraron
a mis pies fecundos
en tuberculosis.
Las hormigas los llevaron
en su hilera
bajo las ruedas de
alguna carreta.
Y hoy las moscas gordas,
gordas y demasiado vanidosas,
que nadan felices en su sopa.
sin mis pies
y sin mis manos
Hoy juego con hormigas.
sábado, septiembre 02, 2006
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